Brucelosis
Brucella es una bacteria intracelular, un cocobacilo
facultativo Gram negativo, de 0,5 a 0.7 µm de diámetro por 0.5 a 1.5 µm de
longitud, son inmóviles y aeróbicos estrictos, de crecimiento lento y no posee
capsulas ni esporas, de metabolismo oxidativo, su genoma está constituido por 2
cromosomas circulares y carece de plásmidos, dotado de ciertas características que
le permiten evadir los mecanismos de defensa del huésped, sobrevivir y
proliferar en el interior de células fagocíticas, en general crecen en
condiciones aeróbicas y en cualquier medio ce cultivo, aunque lo hacen mejor en
medios selectivos, puede sobrevivir más de 2 meses en productos lácteos (refrigerados)
y hasta 6 semanas en el polvo seco contaminado, es fácilmente destruida por un
amplio rango de desinfectantes comunes utilizados en condiciones habituales. (Tabla
1)
Tabla 1. Supervivencia de Brucella en el medio ambiente
De acuerdo con las características de las colonias de Brucella en
medio sólido pueden ser lisas (B. abortus, B. melitensis, B. suis y B.
neotomae) o rugosas (B. ovis y B. canis), esto debido a la
expresión de lipopolisacárido (LPS) en la superficie de cada especie LPS-S en
las lisas y LPS-R en las rugosas, generalmente las especies lisas infectan a
las hembras y son más virulentas, su ultraestructura es similar a las de
algunas enterobacterias como Yersinia enterocolitica, Salmonella landau, Stenotrophomonas
maltophilia y Escherichia coli entre otras, defiriendo de estas en
su membrana externa, es el responsable de la reacción antígeno-anticuerpo utilizada
en las pruebas de diagnóstico serológico habituales en la práctica clínica; mientras
que las especies rugosas lo hacen con los machos.
Responsable de una enfermedad zoonótica
mundial que afecta al ganado, la vida silvestre y a los humanos. Tiene una
distribución mundial y afecta aproximadamente a 500,000 personas anualmente.
Actualmente se considera una enfermedad endémica en muchas partes del mundo,
incluyendo Oriente Medio, África, América Latina, Asia Central y varias regiones
del Mediterráneo, además de que constituye una gran pérdida económica y
representa un problema de salud pública en muchos países en vías de desarrollo.
En la práctica clínica, la enfermedad se presenta habitualmente como un síndrome
febril, con síntomas inespecíficos, por lo que su diagnóstico se realiza
mediante el aislamiento y con la ayuda de pruebas serológicas.
Se reconocen varias especies de Brucella, con diferentes huéspedes (Tabla
2)
Tabla
2. Especies de Brucella, hospedadores conocidos y biovariedades.
Las especies B. melitensis, B. abortus, B. suis y B. canis son
conocidas por su capacidad de infectar al hombre, siendo B. melitensis y
B. abortus las especies más frecuentes en causar brucelosis humana. Se transmite a los humanos a través de los
animales infectados, inhalación de agentes transportados por el aire, la
ingesta de productos lácteos contaminados, a través de las membranas mucosas de
las vías respiratorias y digestivas, una vez dentro, los macrófagos, las células
dendríticas y los neutrófilos, internalizan a las bacterias y se trasladan a
los ganglios linfáticos más cercanos siguiendo al sistema inmunológico, esto conduce a la posterior diseminación de los diferentes
órganos del sistema reticuloendotelial, incluidos pulmones, el bazo, hígado y la
medula ósea.
Tiene un periodo de incubación variable que oscila entre una semana y
varios meses. La transmisión de humano a humano puede ocurrir por trasplantes de
órganos, transfusión sanguínea o transmisión vertical a través de la lactancia.
Los síntomas son: fiebre, malestar en general, fatiga y anorexia y si no se
trata puede progresar una fase crónica, caracterizada por la aparición de
complicaciones graves como endocarditis, orquitis, espondilitis, osteomielitis,
artritis, meningoencefalitis y cuadros febriles recurrentes. La enfermedad en
niños suele ser más benigna, tanto en manifestaciones clínicas como en las
complicaciones y en la respuesta al tratamiento; durante el embarazose asocia a
riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro.
Fase aguda: Suele ser abrupta, la fiebre es el síntoma más frecuente acompañada
de sudoración, astenia, cefalea, atromialgias en la mayoría de los pacientes;
la anorexia, el malestar en general, estreñimiento, insomnio o la perdida de
peso se produce con menos frecuencia. Las adenopatías se encuentran en un 12-20%
de los casos y la esplenomegalia en un 30-50% de los casos acompañada
frecuentemente de hepatomegalia.
Formas localizadas o complicaciones: Puede afectar a cualquier órgano o sistema,
produciendo manifestaciones focalizadas de la enfermedad que se deben
considerar como autenticas complicaciones representando hasta un 30% de los
enfermos siendo más frecuente en aquellos en los que no se tratan de manera
adecuada y eficaz tanto en el diagnostico como en el tratamiento. Estas formas
se presentan en:
·
Afectación
osteoarticular: Son las más frecuentes (20-85%), se caracteriza por un dolor de
localización lumbosacra, las alteraciones en la radiología convencional tardan
en aparecer de 2 a 4 semanas y pueden ser inespecíficas. La artritis brucelar
afecta a la rodilla, el tobillo y la cadera, aunque puede localizarse en
cualquier articulación periférica.
·
Complicaciones
genitourinarias: Se producen en un 2-10% de los pacientes, la manifestación más
frecuente es la orquiepididimitis unilateral, asociado a un absceso testicular.
·
Afectación
del sistema nervioso central: Ocurren en 2-5% de los pacientes, se presenta meningoencefalitis,
polirradiculopatía o afectación difusa, se ha descrito la presencia de absceso
cerebral, subdural y epidural, encefalitis, accidente cerebrovascular agudo (ACVA),
afectación de pares craneales, mielitis, trombosis de los senos venosos, hidrocefalia
y trastorno psiquiátrico grave.
·
Endocarditis:
Es la mayor causa de muerte en pacientes con brucelosis, aunque es una complicación
poco habitual (<2% de casos). Se afectan tanto las válvulas sanas como las
previamente dañadas y la válvula aórtica con mayor frecuencia que la mitral,
puede producir su destrucción y ocasionalmente la formación de abscesos.
·
Alteraciones
hepáticas: Es frecuente la elevación de enzimas hepáticas en los primeros
estadios de la enfermedad que se observa del 30-60% de los pacientes, y el
desarrollo de hepatomegalia en un porcentaje inferior.
Brucelosis crónica: Los pacientes se dividen en tres categorías:
·
Recaída:
Fiebre o títulos altos de anticuerpos IgG después de la terapia con antibióticos.
·
Infección
crónica localizada: Recurrencia de focos infecciosos y fiebre intermitente durante
largos periodos de tiempo.
·
Convalecencia
tardía: Persistencia de algunos síntomas sin fiebre u otros signos objetivos.
Tabla 3. Transmisión de la brucelosis en los humanos.
Los animales pueden infectarse por que tienen la costumbre de lamer las
membranas fetales, fetos abortados, crías recién nacidas y órganos genitales de
otras hembras infectadas. Comprende de tres fases:
·
Inicio
de la infección o periodo de incubación: Cuando Brucella invade al huésped
y no se presenta ningún signo clínico.
·
La
fase aguda: Cuando las bacterias se replican activamente y la infección permanece
inaparente en la mayoría de los casos o aparecen los primeros signos patológicos.
·
Fase
crónica: Las cargas bacterianas alcanzan una meseta antes de disminuir y los
signos clínicos esporádicos se vuelven visibles, localizándose la infección en
animales sexualmente maduros, en el sistema reproductivo se produce
epididimitis u orquitis en los machos y abortos en las hembras
Diagnostico
La presencia de un cuadro clínico sugerente, aunque inespecífico junto con
un antecedente epidemiológico hace sospechar de la presencia de Brucella. Las
pruebas de laboratorio se basan en el aislamiento en medios de cultivo y la
demostración de anticuerpos específicos en el suero de los pacientes. La
muestra biológica de elección es el hemocultivo y alternativamente el cultivo
de medula ósea. Otro método es con PCR (reacción en cadena de la polimerasa)
esta técnica ha demostrado tener mayor sensibilidad y especificidad.
Figura 1. Algoritmo de diagnóstico de la brucelosis humana. PCR reacción en cadena de
la polimerasa; RB rosa de bengala; SAT aglutinación estándar; TC test de Coombs
anti-Brucella.
Referencias
Whatmore, A. M., & Foster, J. T. (2021). Emerging diversity and ongoing
expansion of the genus Brucella. Infection, Genetics and Evolution.
Rodríguez Zapata, M., & Solera Santos, J. (2014). Brucelosis. Medicine
- Programa de Formación Médica Continuada Acreditado.
González-Espinoza, G., Arce-Gorvel, V., Mémet, S., & Gorvel, J.-P.
(2021). Brucella: Reservoirs and Niches in Animals and Humans. Pathogens.